Bárbara

Me doy vuelta, porque me tenia que dar vuelta, tenia que mirar, tenia que verla...la vi por primera vez, o por última vez, tan parecidas eran las dos cosas, la vi caminando con su ya conocida manera de caminar. Llevaba un vestido puesto, casi negro y gafas, ocultando quizás unos ojos sin vida, y yo anticipando cada gesto suyo, la veía dejar las flores en su própia tumba, tan igual era a la muerta, tan parecida a su modo de estar, no más, parada, quieta, yo confundido, la miraba como si ella fuera mis recuerdos muertos, mi mujer fallecida, mi vida creada, y por un rato pensé que tal vez ella tenía otra vida que no conocia, como si todavia estuviera viva, y que la podía ver, la podía tener, y ciego y sin tacto, la seguí disconforme.